En el vertiginoso mundo del deporte, cada latido cuenta. Y para medir esos latidos con precisión, necesitas un compañero confiable. Ahí es donde entra en escena el Monitor de Frecuencia Cardíaca COROS. Este pequeño dispositivo se ha ganado su lugar en el podio gracias a su combinación de tecnología avanzada y comodidad sin igual. Por mi parte, una vez he probado este aparatito no quiero volver a usar una banda de pecho. Sí, ya sé que estás tan acostumbrado que no te molesta… hasta que un día sales a montar en bici tres o cuatro horas sin ella y te das cuenta de qué sí que se nota el cambio.

Personalmente la uso para todo, a nivel indoor (y hago rutas en Zwift de más de tres horas) y en la carretera. Hace poco hice la marcha Itzulia y fueron 7 horitas en las que sólo te acuerdas del dolor de patas. Tanto es así que al quitarme el maillot la arrastre sin querer porque ni me acordaba de que la llevaba. ¡Ah! Y una cosa que todo el mundo me pregunta: no, no se desliza por el brazo en absoluto. No se cae.

Permíteme llevarte a un recorrido detallado por sus características más destacadas:

1. Ajuste Flexible y Cómodo

La banda elástica del monitor se adapta a tu brazo como un guante. Puedes ajustarla fácilmente deslizando la hebilla hasta que quede perfectamente ajustada. Además, el cierre de velcro te permite retirar rápidamente el sensor para lavar la banda sin complicaciones.

2. Precisión Óptica

Los sensores ópticos de frecuencia cardíaca funcionan mejor cuando están en contacto directo con la piel. La banda del COROS está diseñada para mantener el sensor pegado al brazo, evitando la entrada de luz externa y garantizando una señal fuerte y precisa. La medición es equivalente a la de una correa pectoral tradicional.

Comparativa con Banda Garmin alta gama

3. Autonomía de Energía

El COROS no se queda sin aliento. Con más de 38 horas de funcionamiento continuo con una sola carga, podrías pedalear alrededor del mundo sin preocuparte por quedarte sin batería. Además, su modo de espera puede durar hasta 80 días. ¿Pilas? No las necesitas.

4. Detección de Uso Inteligente

El monitor se enciende y apaga automáticamente según si lo llevas puesto o no. Esto significa que se conectará automáticamente a tus dispositivos emparejados cada vez que comiences a entrenar. Sin complicaciones, solo datos precisos. No me digas que no te ha pasado eso de ponerte la banda de pecho, ver que no te la conecta el ciclocomputador y no saber si es porque no hace bien el contacto o por si te has quedado sin pila (y eso siempre pasa en el momento más inoportuno).

Pues no es nada exagerado: en cuanto detecta el más mínimo contacto con la piel, el medidor se enciende y se pone en marcha.

5. Conectividad Versátil

Diseñado para funcionar con tus relojes COROS favoritos y con la aplicación, el monitor puede emparejarse simultáneamente con hasta tres dispositivos. Ya sea que estés en una bicicleta indoor, en un ciclocomputador o en una máquina de interior compatible con Bluetooth, el COROS se adapta.

6. Indicador LED Inteligente

Un sencillo LED en el dispositivo te avisará cuando sea hora de cargarlo. Además, puedes verificar el nivel de batería directamente en tu reloj COROS o en la aplicación. Dime… ¿cuántas bandas de pecho tienen esta funcionalidad?

Especificaciones Técnicas

  • Dimensiones: 42.5 x 28.4 x 9.1 mm
  • Peso (solo dispositivo): 9.7 g
  • Peso (dispositivo + banda): 19 g
  • Materiales de la banda: Fibra de poliéster, nailon y elastano
  • Sensores: Hardware de frecuencia cardíaca óptica con 5 luces LED y 4 fotodetectores
  • Ajuste: Tamaño del brazo de 18 a 32 cm (7.09-12.6 pulgadas), posición de uso en el bíceps
  • Conectividad: Bluetooth inalámbrico, admite la conexión simultánea de 3 dispositivos
  • Sincronización de datos: Datos de frecuencia cardíaca en tiempo real

En resumen, el Monitor de Frecuencia Cardíaca COROS es mucho más que un simple pulsómetro. Es tu aliado en cada pedalada, en cada zancada y en cada latido. Así que, ¿por qué conformarte con menos? ¡A pedalear con precisión y comodidad! 🚴‍♂️💓

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