Cada zona de potencia se entrena de una manera distinta y cada zona, en función de como se apliquen los entrenamientos, aporta un beneficio al organismo y a las capacidades del deportista
Una de las principales dudas que me surgieron cuando me plateé empezar a entrenar por potencia (y que a veces todavía me surgen y tengo que repasar mis notas) fue
¿para qué sirve cada zona de entrenamiento y qué tengo que hacer para mejorar en cada caso?
Porque si no eres especialmente veterano en la materia, verás que por internet todo el mundo habla de zonas, vatios, frecuencias cardíacas, etc. con la seguridad de que todos sabemos en todo momento lo que supone cada cosa. Y no es así.
Y luego vienen los valores y sus «fluctuaciones» en función de la página web, foro, video o lo que sea que consultes. ¿Pero por qué tantas variaciones? ¿Esto no era una ciencia en la que está cada cosa catalogada? Pues sí y no. Resulta que los doctores de la materia establecen unos valores basados en estudios a decenas de deportistas y, en base a ellos, fijan unos valores medios. Pero son eso, valores medios. Esto significa que tal vez yo esté fuera de la media y haya parámetros que según mi genética y fisiología puedan ser diferentes. Por eso yo siempre recomiendo acudir a un buen especialista que te realice un buen estudio (no son caros, al contrario de lo que solemos pensar) y ahí es donde de verdad nos van a decir cuáles son nuestras zonas de manera específica y ya de paso nos contarán en qué somos buenos y cuáles son nuestras miserias.
Prácticamente todo se entrena y se mejora, pero no cometas el error de compararte con nadie. Cada deportista es un mundo en sí mismo y hay algunos puntos que dependen enormemente de la genética -como el VO2máx- y que, si bien son mejorables con entreno, tener una buena base de partida va a marcar la diferencia.
Dicho lo anterior, a continuación os dejo enlace con la tabla que yo utilizo como referencia en base a todas las referencias consultadas y contrastadas con mis datos personales y mi experiencia:
