Su uso en Strava

Imagina que cada vez que haces una actividad deportiva, al terminar apuntaras en un papel la fecha, la duración de la actividad y lo dura que te ha parecido. De hecho, si eres usuario de Strava habrás notado que desde hace un tiempo cada vez que subes una actividad, al entrar por primera vez te pide que valores del 1 al 10 lo dura que te ha parecido. Tú le das el número y el valor desaparece en la nube ésa.

Resulta que gracias a ese acto tan inocente estamos ayudando a Strava a generar una inmensa base de datos y conocimiento que después explotará en su propio beneficio (y lo vestirá de un informe insulso dentro de no sé cuántos meses). Aunque esto suene a crítica, algún precio tenemos que pagar por disfrutar «gratis» de esta red social de deportistas. Con este dato que vamos alimentando podrá comerciar y obtener unos buenos beneficios con su venta a terceros que estoy seguro que estarán muy interesados y pagarán religiosamente.

Dejando Strava a un lado, reflexionemos sobre el valor de estas anotaciones. Si vamos apuntando actividad por actividad nuestra percepción sobre el esfuerzo y luego lo cruzamos con los datos de nuestros sensores (ya sean de potencia y/o de frecuencia cardíaca), podremos disfrutar de unos datos muy sencillos que nos indicarán si estamos más fatigados de lo que nuestros TSB, TSS, etc. nos dicen, y viceversa; puede que nos sintamos muy frescos y que los indicadores digan que todo ha sido la leche de duro.

Comparando datos

Además, imagina que comparas ese valor con diferentes compañeros de equipo que suelen hacer lo mismo. ¿No te parece un gran método para medir el grado de adopción de un entrenamiento entre varias personas que están haciendo preparaciones similares? De hecho, esto lo hacen en todo tipo de deportes incuso a nivel profesional. Imagina a un preparador físico de Primera División preguntando a sus jugadores el nivel de percepción de esfuerzo después de un entreno, introduciendo eso en una base de datos y comparando los diferentes datos.

Entre otras cosas, además me permitirá prevenir lesiones, ya que si mi esfuerzo percibido es similar al que sufrí en un momento dado cuando me lesioné en el pasado, podré fijar un patrón y prevenir la lesión.

RPE

Este indicador se llama RPE (Rating of Perceived Exertion) o Tasa de esfuerzo percibido, o Índice de Esfuerzo Subjetivo. Se puede traducir de muchas maneras. Aunque inicialmente el rango de valores es mucho mayor, por simplificar se utiliza un rango entre 0 y 10, donde 0 es la sensación nula de esfuerzo y 10 es simplemente máximo sufrimiento.

Y puede que a estas alturas te estés preguntando: «pero en el título de este artículo pone Session RPE… ¿es que no es lo mismo?»
Pues no, no es lo mismo. Session RPE es la cuantificación matemática del esfuerzo percibido teniendo en cuenta la duración de la actividad. Porque no es lo mismo un RPE de 8 en una actividad de 60 minutos que en una actividad de 6 horas. Por eso surge la necesidad de aplicar un factor corrector y se le llama Session-RPE, que no es otra cosa que la multiplicación del RPE por el tiempo de la sesión. De hecho, fíjate como en Golden Cheetah tienes los dos valores y si los usas juntos en una gráfica entenderás de un vistazo para que sirve este Session RPE respecto a su valor origen RPE.

Ejemplo en el que se puede observar el RPE (rojo), Sesson RPE (azul) y el BikeStress (oro)

A medida que aprendas a combinar estos valores con el resto de indicadores, podrás conformar tus propias gráficas y empezarás a descubrir lo útil que es un valor tan sencillo y barato de implementar (ya que no necesitas ningún aparatito para medirlo).

Por último, te dejo un video en el que hablo del tema:

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